jueves, 31 de diciembre de 2015

Match ball

Si la vida fuera un partido de tenis contra el destino, yo estaría en la bola de partido. Y ese punto se convertiría en el punto más largo de la historia de ese deporte. Un punto que llevaría a los contendientes a la extenuación, a la lucha contínua, derecha a derecha, por salvar el partido, durante meses.

Hace unas horas el destino dio uno de los golpes definitivos de esta larga contienda. Supe salvar la bola, pero parece que no todo lo bien que podría, lastrado por el cansancio, por la rutina del peloteo que hace perder los reflejos, por el dolor que provoca llevar tanto tiempo luchando y la inseguridad en uno mismo que produce el no poder solucionar el partido para bien de una vez por todas.

En el fondo, mi vida no es un sólo partido de tenis. Son varios y en todos ellos, por suerte o por desgracia, me encuentro en match ball. Me hallo en esa situación en la que la vida te pone encrucijadas por cada decisión que tomas. El barro se convierte en lodo y no das de sí para achicarlo. Los frentes se abren y todos tienen difícil desenlace. No soy amante de hacer conjeturas, ya las hice en su momento y el batacazo fue terrible, viendo como todos me pasaban por la derecha. Pero si juego a ser adivino, lamentablemente, tengo que decir que pocos puntos de los que están jugándose en mi partido contra el destino podré salvar.

viernes, 27 de marzo de 2015

Pero...¿Y qué coño es eso del MIR? (II)

Seguimos resolviendo dudas para los que ven aquello del mundo MIR como un pozo sin fondo de desconocimiento, rareza, muchas netas y palabras raras y un infierno que no recomendarían ni al peor de sus enemigos, sólo por lo que cuesta entender sus entresijos. Aprovechad para mandar aquí a vuestros familiares y amigos más preguntones ;-)

Canito, eres un chapas, tío. Aún así, me mola cómo me cuentas las cosas y quisiera seguir sabiendo más cositas del MIR. ¿Por qué últimamente no paras y estás todo el día de viaje?: A ver, el llamado "turismo hospitalario", que es en lo que actualmente me encuentro sumido, no es más que un modo de saciar un ansia casi patológica por tener controlado hasta el último milímetro cómo va a ser el lugar en el que elija o me dejen elegir y cuáles van a ser sus condiciones tanto laborales como docentes. No olvidemos que un MIR realmente está en pleno proceso de formación, a pesar de que mientras tanto trabaje y, ambos aspectos, trabajo y formación, son muy importantes a mi criterio y creo debido el conocerlos. A pesar de todo, ese "turismo hospitalario" es optativo, depende en muchos casos del número de orden (si lo tienes pequeño, elegirás en tu Comunidad Autónoma si así lo deseas y no tendrás que viajar a otras) y del deseo de movilidad que tenga cada uno y, conozco a mucha gente, no siempre se hace. En lo que consiste es básicamente en ir de viaje a distintas ciudades con distintos hospitales a conocer ambos y entrevistarse con residentes y Jefes de servicio de la especialidad que a uno le gusta, para ver cuál de ellos es mejor y cuál se elegiría primero y, caso de no poder, cuáles después, creando para ello una lista de preferencias.

Vaya movida esto del MIR. Me acuerdo cuando ibas a la academia esa rara. ¿Qué hacías allí?: Poca gente me ha preguntado esto, pues es lógico lo que se hace en ellas. Pero, básicamente y para el que aún tenga dudas, en la academia uno se prepara el examen a fondo. Tutorizado por un "ex-opositor" y recibiendo clases por especialistas y apoyo logístico para trazar del mejor modo posible el plan de estudio que le llevará a uno al éxito o al fracaso, entendiéndose una cosa u otra el elegir lo que se desea hacer u otra cosa o repetir el examen MIR.

Hablando de academias. ¿Por qué eran tan crueles contigo y te tenían cada cierto tiempo encerrado una tarde de sábado entera allí?: Los simulacros es la parte que más sorprende al extraño al hablar de la propia preparación para el examen. Recuerdo contar a mis allegados y conocidos que me tiraba cinco horas haciendo un supuesto examen MIR por la tarde, los sábados y entraban en una espiral de alucinación, que ni con el peor viaje de LSD...Los simulacros son la parte más importante de la preparación MIR, o así nos lo venden en las academias y yo lo corroboro, al 90%. Se trata, como su nombre indica, de "simulaciones" del examen MIR, en las mismas condiciones que éste y con preguntas acerca de temas muy relevantes de cara al examen, de cosas de moda en el mismo o en el mundo médico o de cosas que la academia "sospecha" (sabe casi a ciencia cierta...) que se van a preguntar. Con ellos se nos entrena para el examen y se guía en cierto modo el estudio y, por último, aunque quizá no menos importante, sabemos de forma orientativa cuál es nuestro progreso en función de las puntuaciones obtenidas.


¿Y qué narices es eso de las netas? Te has pasado un año y medio machacándonos con eso, tío: Las netas son el pilar sobre el que gira el examen MIR. Son el respirador con el que un "opositor" MIR se agarra a la vida, según suban uno respira más tranquilo, según bajen la sensación de asfixia es mayor. No netas, no life. Son el resultado de los simulacros, la puntuación obtenida en ellos y resultado de restar, sobre el total de aciertos, un acierto por cada tres fallos. Esas netas son la puntuación que, en definitiva, te otorgará el número de orden tras hacer el MIR y en eso radica su importancia, pues a partir de ellas y con una serie de cálculos matemáticos se obtiene ese número de órden. Por eso, y esto es algo que le cuesta horrores entender al gentío, cuantas MÁS NETAS, MENOR NÚMERO DE ÓRDEN, es decir más pequeñito y cercano al 1.

¿Y los percentiles, Canito?: Pasapalabra. Eso es querer saber demasiado xD


Entonces, después de todo esto, ¡debes de ser un médico estupendo!. Guapo, simpático, te explicas que da gusto...: Gracias, gracias xD... Hablando en serio y dejando a un lado mi autopalmaditaenlaespalda, el examen MIR es un proceso para ordenar a los distintos médicos que optan a una plaza, sin más, mediante sus conocimientos. Es el modo conocido más "justo" para hacerlo, aunque yo discrepo, pero tampoco puedo aportar ideas o soluciones, porque no se me ocurren. Si bien es cierto que, según mi opinión, si que marca mucho cuánto sabe de Medicina la gente que se encuentra en los extremos (los 500 - 1000 primeros y los 6000 últimos), no es justa para con la gente que se encuentra en el medio y con ellos entran en juego muchos factores y muy variados: Expediente académico (el famoso baremo), técnica de examen (cómo de bien o mal se intuye la posible respuesta correcta entre las cinco posibles), gestión del tiempo, azar, gestión de la tensión que el examen genera, estado emocional...Y así hasta mañana. Por tanto, opino que para todo ese conglomerado de gente (nada menos que 4000 "opositores") el examen MIR no es nada justo y no refleja en absoluto su grado de conocimiento de la Medicina, pues como ya he dicho, el resultado puede estar influenciado por muchos factores. Independientemente de todo, creo que lo que uno sabe de Medicina está por demostrar (me sigo ciñendo a los 4000 de en medio, los otros son putos cracks o auténticos desastres) en el campo de batalla y que, se escoja lo que se escoja, cada uno puede ser muy bueno dentro de su especialidad e incluso mejor que otros de otras especialidades más consagradas o consideradas como "especiales" por el "pueblo". ¿A quién no le han dicho que cómo se le ocurre hacer Medicina de Familia si lo que mola es Cardiología?. Así pues, todo depende del empeño que cada uno le ponga a lo suyo. Conclusión, tú que tienes tantas dudas, no juzgues al preguntado NUNCA por cómo le haya salido en el examen MIR o por la especialidad que coja. Él ya sabe de sobra lo bueno que es o cómo quiere ser de bueno en un futuro no muy lejano...





Pero...¿Y qué coño es eso del MIR?

Han pasado muchos meses desde que empecé el sprint final por ser algo en mi vida, Los 100 últimos metros de esta maratón que son, realmente, los importantes, los que condicionarán mi futuro. Y no han sido menos las veces que interesados, menos interesados, cotillas, curiosos y demás florifauna que, un estudiante de Medicina o ya médico como yo, se cruza a lo largo de estos meses y que le formulan a uno un sinfín de preguntas relativas a la entelequia por excelencia en el mundo médico, el Yeti de la Medicina, el coco, el Everest. Que cada uno llame como quiera al examen MIR (Pruebas de Acceso a Formación Sanitaria Especializada, para el Ministerio de Sanidad) y a todo lo que le rodea. Vamos allá con un kit básico de supervivencia para que todo médico o estudiante de Medicina en aras de ser examinado o que ya se haya examinado remita aquí a todos esos interesados, menos interesados, cotillas, curiosos y demás florifauna, con la finalidad de saciar su necesidad de información.

Pero...¿Y qué coño es eso del MIR?: El examen MIR, para que nos entendamos todos, sería el equivalente a pie de calle de una oposición, salvando muy mucho las diferencias. Se hace siempre después de acabar la carrera de Medicina, pues se necesita ser Licenciado o Graduado en Medicina y su simple (y cruda) finalidad es ordenar del primero al último a todos los examinados, con el fin de que elijan en ese mismo orden qué especialidad harán y en qué Hospital, durante los cuatro o cinco años que dure el periodo de FSE (el MIR como tal).


¿Pero uno no se "especializa" durante la carrera?: No, negativo, non, niet, nein, nunca, never y todo palabro que implique negación y que os apetezca imaginar. Esta era una de las preguntas que, pobrecitos, qué culpa tendrán, me hacían muchos de mis conocidos mientras estudiaba Medicina y que más ampollas levantaba. La carrera "sólo" sirve para formarse de forma general (y muy deficiente, todo sea dicho) en los aspectos más básicos de la amplísima e inabarcable ciencia que es la Medicina. Uno pasa 3 años por la Facultad, formándose en aspectos muy básicos dentro de la Medicina y, a continuación, otros 3 por el Hospital, para tocar más en profundidad los distintos aspectos relativos a las distintas especialidades, tanto médicas como quirúrgicas y tanto de forma teórica como práctica (Con asistencia a prácticas en plantas de hospitalización, consultas, quirófanos, etc.).

Bien Canito, pero, después de hacer el examen tendrás una plaza fija en la especialidad que escojas, ¿no?: De nuevo saltan las alarmas. La pupita aflora y la cara se me arruga. No te preocupes, no es tu culpa, es sólo cosa del Ministerio de Sanidad. La respuesta, desgraciadamente, es NO. Ya dije antes que el examen MIR es COMO una oposición y que, siendo estrictos, hay enormes diferencias entre éste examen y una oposición al uso. Una de ellas, la más triste sin duda alguna, es ésta. Cuando un MIR termina sus años de formación en su especialidad, no tiene derecho alguno a continuar en el Hospital y en su puesto de trabajo sólo por el hecho de haber realizado el examen en su día y, sobra decirlo, ni mucho menos esa plaza es fija y "de por vida". Si el médico recién formado es bueno en lo suyo, ha destacado en el servicio y se ha ganado la confianza de su Jefe y el resto de adjuntos, puede que se le ofrezca continuar, si no o incluso a pesar de cumplir todos esos "requisitos", tendrá que salir del "útero MIR" donde se encontraba calentito, alimentado y protegidito y toparse de bruces con la cruda realidad laboral donde, según qué especialidad, tendrá que vagar más o menos por diversos Hospitales o Centros de Salud hasta encontrar, tras mucho bregar y malcurrar, un trabajo digno.

¡Guau!, qué jodienda ¿no?. Entonces, ¿cómo coño consigues una plaza fija?: Ahora si, como todo hijo de vecino, opositando. Preparándote un examen para optar a una plaza en el Sistema de Salud de tu Comunidad Autónoma a través de una OPE (Oferta Pública de Empleo).

Y otra cosa, tronco...Te pagan cuando eres residente, ¿no?: Si, por Dios...Sólo faltaba. Además de una tendencia a la sobreexplotación en la mayoría de centros (esto es sólo una sensación formada a través de conocidos y entrevistas con otros residentes de la especialidad en la que estoy interesado, aún no he empezado a probar la vida MIR), existe un sueldo que, año a año, va incrementando.

Vale Canito, casi todo claro pero, ¿con qué nota se aprueba el MIR?. ¡Me vuelvo loco!: Para el que no esté adaptado a la dinámica del examen MIR puede resultar complejísimo, casi como la peor de las integrales que a uno le ponían en Bachillerato, todo el asunto relativo a los números de orden y el "aprobado" en el mismo. Para empezar, el examen MIR no se aprueba o se suspende, teóricamente. A uno no le ponen una nota como en el colegio o la Universidad. Simplemente le plantan un examen tipo test que contesta (me plantearé más adelante si ahondar en cómo es el examen, por lo tedioso...) y, en función de lo bien o lo mal que le ha salido le otorgan uno de los ya citados números de orden, que puede oscilar desde un 1 hasta un 12000 y pico, dependiendo de cuantos "opositores" haya ese año. Ese número de orden no representa nada más que, como su propio nombre indica, el orden con el que elegirá el susodicho su plaza el día de la elección. Así, el número 1 elegirá el primero y el 5088 elegirá 5087 personas después del número uno. Sin más.

Ah bueno, entonces si tú has sacado un 5088 de 12000 y pico está genial, ¡te quejas de vicio!: De nuevo alarmas, pupita, furia interna y ganas de matar, aunque mi víctima sería eso, una pobre víctima. Éste es el asunto más escabroso y por el que más nos cuesta en muchas ocasiones a los "opositores" decir qué número tenemos y el explicar cómo funciona esto a los desconocidos. Realmente un 5088 de 12000 sería algo más que un aprobado, si seguimos la lógica del colegio o la Universidad. Pero, en el raro mundo del examen MIR, la lógica es otra, casi diría que no existe y es un poco arbitraria en lo que al número de orden y la elección de plaza se refiere. El número de orden es tan importante (y es tan importante que sea lo más pequeño posible) por el hecho de que te otorga la posibilidad de elegir antes que todos los que tienes detrás y, ese simple hecho, lo usa con todo su derecho la gente que tiene números pequeñitos para elegir las especialidades más de moda en los Hospitales más de moda. Con lo que, alguien que tiene un 5088 es muy difícil, por lo general y siguiendo las modas, que pueda elegir una especialidad de moda como la Cardiología en un Hospital puntero como el Vall d'Hebron, por el simple hecho de que la mayoría de las plazas ofertadas por el Hospital serán posiblemente elegidas por la gente que tenga un número más bajito de entre los 5087 que el ejemplo en cuestión tiene por delante. Por tanto, NO, determinados números de orden "no están bien" para según cuales sean las aspiraciones del "opositor" y nunca existe traducción al sistema ordinario de calificaciones usado en colegios y Universidades.

Continúa en otra entrada, ¡este tema es un verdadero desafío a vuestro grado de vaguería lectora!

miércoles, 25 de febrero de 2015

El futuro.

El futuro. Esa entidad caprichosa, que juega con nuestra mente, con nuestra personalidad, con nuestro humor, con nuestra paciencia...Con todo aquello relativo a nosotros y a nuestro bienestar a nivel psicológico. Ese "algo", etéreo, del que todo el mundo espera sus resultados y nunca nadie los sabe. Es difícil acertar qué ocurrirá en el futuro. Muy difícil en el más lejano, algo menos en el que existe a medio plazo. Quizá más sencillo el acierto en el futuro a corto plazo. O no. No siempre es fácil predecir qué nos va a pasar de aquí a un corto período de tiempo. Dos o tres meses, por ejemplo. En ocasiones ni el mejor y más intrépido de los jugadores sería capaz de apostar todo a la última mano del póker de su futuro.

La incertidumbre que se genera alrededor del desenlace final puede ser en ocasiones asfixiante. Estar muerto en vida. Tener trabajando al 100% las funciones vitales más básicas, pero quedar dilapidado el concepto de "persona" , quedando en su lugar solamente una sombra de ella, entretenida en deshojar la margarita de los días que quedan para un agridulce desenlace.

Es esa incertidumbre la que, cruel y vilmente, estruja la vida del que la padece. Juega con su presente, escondiéndole el futuro. Corta, uno a uno, los hilos con los que controla su destino una persona, haciendo que éste quede a merced del azar, del capricho, de lo que sea... Sumiendo al muerto en vida en una especie de torbellino de sensaciones con la impotencia como máximo exponente. Haciendo que éste no pueda si no esperar a que el futuro, esa entidad caprichosa, se convierta en presente y la incertidumbre que trae consigo se disuelva convirtiéndose a su vez en el, hasta entonces turbio, desenlace.

sábado, 15 de noviembre de 2014

Alevosía y nocturnidad

La noche y los ratos de asueto, pocos, que tengo a altas horas de la madrugada son los que más sacan de mí la vena escritora. Son esas noches en vela sin nada mejor que hacer, aunque muerto de sueño, en las que uno le da rienda suelta a su prosa.

Escribir parece una vía de escape. Un modo de contar eso que no se puede contar a la gente porque no tienes tiempo de madurarlo bien en la acción de una conversación y que tampoco puedes plasmar en una red social, por el hecho de que expondrías tus entrañas al mercadeo común de chismorreos y correrías el riesgo de que, algún gilipollas que pone su ojo más en lo que hacen los demás que en lo que él mismo deja de hacer, te llamara sin venir a cuento al orden por escribir según qué cosas y con qué frecuencia en esos medios. Como si hubiera un límite prefijado o mi actividad fuera nociva para la salud mental del colectivo...


No tiendo a reprimirme a la hora de expresar mis sentimientos, en ningún medio. Ni en vivo y en directo, ni tecleando. Suelo ser incapaz de contener la necesidad de expresar mi opinión. Me considero extraño en ese aspecto. La gente, por lo general, prefiere vivir cómoda al abrigo del colchón que le supone el evitarse algún que otro lance por decir lo que piensa. Por otro lado, hay veces que, por no dejar de satisfacer a según qué personas hago cosas que, por otras a quién debería satisfacer de por vida como agradecimiento a su comportamiento hacia mí, no hago. Es algo que en el momento hago con una voluntad a medias. No me importa hacerlo, pero dentro de mí hay una voz que dice "no seas imbécil, no lo hagas, esa persona no lo haría por ti". Y al final lo acabo haciendo...Y me siento como la voz dentro de mí me decía que no fuera: Imbécil profundo.

Así pues, me siento con un déficit importante en el discurso fundamental de mi vida. Postulo y defiendo la claridad y transparencia en lo relativo a mis sentimientos. Pero en ocasiones actúo sin esa valentía que en otras ocasiones demuestro a la hora de dar una opinión. Sesgado por vaya usted a saber qué motivo, pero a fin de cuentas sin ser yo, o mi "yo original".

Ahora mismo es uno de esos momentos. Mi voz interna me pide descansar, pero yo no soy capaz de dejar de escribir con alevosía y nocturnidad. Dando pie a que los regidores de vidas ajenas tengan un motivo más para llamarme la atención por escribir de más, en horario inadecuado y con frecuencia excesiva.

 

sábado, 4 de octubre de 2014

Brainstorming

Son las 02:37. Es tarde, estoy reventado, debo ir a dormir. Pero en cambio no me apetece. Hay algo dentro de mí que se remueve. Tengo una constante necesidad de decir algo, no se de qué manera. Hoy ha sido un día duro, dedicado todo entero a mis eternas labores.

Animicamente estoy bien. Mañana empiezan mis vacaciones. Pero no para de revolotear por encima mía la idea que hace ya unos meses alzó el vuelo. ¿Qué hago aquí?. ¿En qué punto me encuentro?. Es obvio que en uno de "no retorno". En medio de la encrucijada. Metido de lleno en un asunto del que, de forma casi cerril, he aceptado hacerme cargo desde el principio, sin atisbo alguno de duda, preguntándome muy pocas veces si serviría de algo.

El tiempo pasa muy deprisa. Últimamente, en este punto en el que me encuentro, echo la mirada hacia atrás y recuerdo aquel día en que entré por primera vez en aquel enorme edificio. Desde entonces, he entrado y he salido muchas veces de él, pero es como si realmente no lo hubiera hecho nunca. Atrapado desde entonces allí. Ha pasado de todo desde entonces. He perdido y he ganado cosas y personas muy valiosas. No puedo hacer un balance ni negativo, ni positivo. Pero no sigo como estaba al principio, en ninguno de los aspectos relativos a la vida normal de una persona, ni muchísimo menos.

Ahora, en esta encrucijada, en estos últimos cabos que quedan por deshacer de esta gigantesca maraña, el tiempo pasa deprisa y a la vez muy despacio. Os veo a vosotros, vestidos de verde y blanco. Y no me veo a mi nunca con vuestros mismos atuendos. La maraña no quiere deshacerse...Puedo decir que si bien mi vida es mucho más pausada y tranquila ahora que en todo este tiempo atrás, de momento, no está dejando de ser uno de los momentos más complicados de mi vida. Siento incertidumbre. Noto un poco más cada día la presión. Percibo que el trabajo no tiene todos sus frutos, o no puedo recogerlos con facilidad, lo que me irrita. Parece que cada día gano un poco, para perder otro poco. Es un equilibrio tan inestable. Nunca me había sentido igual. Nunca.

Son las 02:55. Parece que el sueño me va nublando las ideas. No he conseguido plasmar bien sobre el teclado cómo me siento. Tengo una tormenta de ideas azotando mi cabeza, como un tifón con toda su fuerza. Necesitaría días y noches para poder escribir qué es lo que se siente en esta situación...

martes, 30 de septiembre de 2014

"Hamistades" peligrosas

En el estado de abandono que este blog se encuentra, sería digno de una denuncia por abandono de menores y la acataría con la responsabilidad de un padre honesto. Gracias a Dios, no hay una policía bloguera que fiscalice los actos de abandono que, sobre nuestros antros de palabrería y perdición, cada uno de nosotros realizamos. Sin embargo, me hallo aquí de vuelta en este, mi lugar de reflexión. En el altavoz de mi aturullada mente. En el excusado donde deposito mi cagalera mental de vez en cuando.

Mi vuelta por estos lares es, cómo no, para hablar acerca de la paja ajena. Me encanta, los que me conocen lo saben y también saben que no tiene remedio. Así que, aclarado esto, dejemos de luchar contra los elementos y pongámonos, yo a escribir, vosotros a leer. Punto.

En esta ocasión, me gustaría hablar sobre el tan manoseado y sobrevalorado concepto de "amistad". ¿Qué es la amistad? El más simple contestará "tener muchos amigos". Alguien con un poco más de enjundia en la cabeza quizá pueda explicar que, amistad, es algo así como "tener alguien en quien confiar, alguien en quien apoyarse y alguien o algo a lo que agarrarse cuando la vida zozobra". Amigos...aquí vienen los problemas. Os lanzo una pregunta, para que la introduzcáis por unos segundos en vuestras ocupadas mentes: Cumpliendo los criterios de la segunda definición, ¿cuántos amigos os quedan?. Yo los cuento con los dedos de una sola mano y me sobran dos.

Así es amigos. Soy un puto triste. Sólo tengo tres amigos en mi vida. Tres personas por las que haría lo que fuera y en las que confío ciegamente. Tres personas a las que he perdonado muchas cosas y ellas me han perdonado otras tantísimas. Y vosotros, ¿a quiénes habéis perdonado más de dos y tres veces?, ¿en quién confiáis ciegamente?. Seguro que en muy pocos.

Entonces, retomando la definición simplista ("tener muchos amigos"), ¿por qué la damos por válida?. ¿Por qué consideramos como amigos a gente que sabemos que no va a dar un duro por nosotros o que, directamente, nos lo ha demostrado ya en varias ocasiones?. ¿Por qué seguimos tomando como amigos nuestros a esa gente?. ¿Qué nos lleva a no apartarla de nuestras vidas?. Esa misma pregunta me hago yo cada vez que intento echar mando de mis "amigos". Cada vez menos a menudo y casi de modo circunstancial, pero sigue ocurriendo.

Os estaréis preguntando cuáles son mis criterios a la hora de seleccionar personal para mi "selecto" grupo de amistades. A bote pronto, dos muy importantes: Interés por lo que nos atañe y esfuerzo por mantenerlo en lo más alto. Todo lo que no sea eso, no pasa el filtro. Lamentablemente, tengo muchos conocidos que deberían puntos en un examen acerca de esas cualidades. Muchos de esos "amigos", de los que alguna vez dependo para cualquier cosa. Lo curioso, es que muestran ese desinterés y esa "vaguería" a la hora de mantener la amistad (o esa sensación me da), no sólo conmigo si no con los que se supone también son sus amigos. Entonces, ¿cuál es su definición de amistad, la primera o la segunda?.

Me ha llevado años darme cuenta de que un 90% de la gente funciona así. Años con sus disgustos, pataletas, rabietas y "habersiquedamos" de por medio. Pero ahora, en este punto y lamentablemente, ha llegado la hora de concluir tras todos estos años que lo mejor es entrar en su dinámica. La de "amistad = tener muchos amigos" y tirar de todos ellos para beneficio propio, cuando me venga bien y si no cuesta mucho dinero. Para todo lo demás, están los amigos que son como los dedos de mi mano.

Enhorabuena si habéis llegado hasta estas últimas palabras ;-)